martes, 23 de marzo de 2010

Otra vez dormido en la mesa
una cuenta a mi lado al despertar
otra vez contando las monedas
salí del bar a la ciudad...

Caminos conocí montones
en soledad
buscando saciar la sed del cuerpo
buscando saciar la sed de amor
pero en esas oscuras esquinas
solo hay cuerpos que no saben amar

Encandilándome la ciudad
embriagándome de nocturnía
dejándome caer en la agonía
en un lecho de palabras amargas

Es así como se hace el hombre sabio
recostado en los muros infelices
ganándose en los llanos cicatrices
y escribiendo anécdotas en el alma

El olvido para uno, es imposible
la victoria es solo una palabra
la verdad que las sonrisas duran tan poco
y es tan escasa la alegría
que siempre hemos de buscarla.

Cuando los años traigan vientos de horizonte
cuando las viejas marcas del arado
nos dejen recostado en nuestras frentes
las imágenes añejadas del pasado
si reímos sabremos de la vida
que a pesar de las heridas hemos vivido.

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